El enfermo goza de cabal salud

El enfermo goza de cabal salud

Así es, no me queda la menor duda, el enfermo goza de cabal salud, este enfermo en declarada agonía va directo hacía la tumba, los indicadores médicos hacen que el diagnóstico basado en síntomas claros nos haga presentir una muerte lenta y dolorosa.

Primero la liga, ese gran sostén del fútbol mexicano, del cual muchos comen y comemos, palidece cada día más ante la falta de un sistema de competencia que garantice que la mediocridad no terminará por hundirlo para siempre.

Los torneos cortos han tenido el colmo de la exageración en el reciente torneo en donde se cuentan con una mano los partidos que dejaron huella en el aficionado, de Chivas y América, nadie se acuerda, han dejado de ser referente y la verdad nadie los extraña, pero dígame usted amable lector, ¿hay alguna liga de mediano pelo en el mundo que no tenga equipos referentes, cuadros de convocatoria nacional?, la respuesta seguramente es no, pero en México eso y más sucede sin que nadie se de cuenta de que con ello se esta perdiendo el interés de cuando menos el cincuenta por ciento de los aficionados del país.

¿Hay alguna liga de mediano nivel que ponga en partidos decisivos a árbitros sin mayor justificación?, y para rematar el aficionado espera seis meses ese peyorativo torneito llamado “liguilla” y ¿para qué?, para ver juegos tan mediocres como los que predominaron en los juegos de ida de los cuartos de final.

¿Y la selección?

Ese es un enfermo en fase terminal, si algo se puede hacer debe ser rápido, y a fuerza de ser honesto, simplemente será un mejoradito para un cáncer mayor, y es que tras calificar de panzazo al exagonal final rumbo a Sudáfrica hay quienes piensan que todo va a cambiar, pero yo soy de los que creen que todo irá peor.

No hay técnico, no hay planteamiento de juego, ni tampoco compromiso de los jugadores, hay once voluntades dispares que piensan que con la playera siguen mandando en el área de Concacacf, once tipos que no ponen ni el carácter ni el talento al servicio del Tri, sino de su interés particular y otros que con solo levantar la mano como Nery Castillo, visten la casaca nacional sin justificación alguna.

Si clasificar al mundial poniendo al estadio Azteca como el mejor jugador nacional es la gran solución, entonces se confirma que desde 1970, el fútbol mexicano no ha avanzado nada de nada, y toda la infraestructura es solo escenografía, los grandes suelos de los futbolistas, técnicos y directivos son espejismos insultantes para la realidad económica de este país y todo en fin resulta ser nada.

Por esto y decenas de razones más, no hay duda: El enfermo goza de cabal salud y está en franca agonía.

PD. No, no se me olvidaba, regresó Cuauhtémoc Blanco al fútbol mexicano y ese es el síntoma más claro de que este fútbol esta muy, muy enfermo, pues resulta de que el jugador que se acaba de jubilar viene a darle interés a una liguilla insípida y ¿sabe qué?, si lo hizo, y eso es lo más preocupante que un jugador que acaba de jubilarse de nuestro fútbol y de la selección nacional, sea y por mucho el mejor jugador mexicano del momento.

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